martes, agosto 21, 2012

Aparecen en el ocaso, sombras...

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Aparecen en el ocaso, sombras
llanas sobre el campo. Constan de
partes iguales de cerdo, tejón y zorro. La vulnerabilidad
es su más importante signo de reconocimiento. Escarban en la nieve
algo para comer. Nos parecen desnaturalizadas:
su desorientado merodeo, el hambre, su obscena
carencia de defensa: ante el peligro el mapache se tiende
haciéndose el muerto. Tal comportamiento nos parece
lamentable, lo lamentable nos parece repulsivo, nos
enfurecemos con esas hambrientas sombras
de los campos de remolacha, tan diferentes al leopardo de nieve
que silencioso persigue su presa seis mil metros
sobre la superficie del mar.


Tua Forsström
Traducción: Ángela García
Proyectos para un cielo nuevo. Poesía nórdica contemporánea
Práctica Mortal, 2011.

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