martes, agosto 07, 2012

El poeta como traductor (fragmento)

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Al hablar de la traducción como un arreglo entre el original y los intereses y aptitudes de un escritor, confío en que la palabra "arreglo" no ampare ningún sentido de timidez. Los intereses y aptitudes de Dryden eran los de un hombre en lo más "álgido de su edad crítica" y que había escrito las obras maestras de su época. Uno de sus admiradores modernos, el poeta Charles Sisson, al presentar sus propias traducciones, extrae del ejemplo de Dryden lo que él llama "una ley ineluctable", a saber, "que una traducción de poesía tiene que ser hecha en el único tipo de verso que el traductor, en el momento de escribir, pueda hacer; y que si el traductor no era capaz de escribir poesía antes, no quedará repentinamente dotado por el solo hecho de enfrentarse a un texto clásico".
. . . . Cuán elemental y no obstante cuán saludable resulta tal advertencia si se piensa en el inmenso número de traductores de textos clásicos que van de lo marmóreao a lo meloso, en las que Grecia y Roma han sido diligentemente sepultadas por hombres empeñosos pero desprovistos de talento, hombres que "no eran capaces de escribir poesía", hombres para quienes el veredicto de la ley ineluctable de Sisson sería: ninguna urgencia vital interior les ha revelado el don del arte.

Charles Tomlinson
Traducción: Adolfo Castañón y Marcelo Uribe
Tomado de Cuaderno de traducciones
Varios autores y traductores.
Sin datos de compilador.
Fondo de Cultura Económica, 1984.

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