sábado, marzo 21, 2015

Viet Nam (fragmentos)

para William Rowe

Hablamos en vernáculo
e hicimos pequeños venados de arcilla.

Pensamos que habíamos vadeado el río
pero fue el río el que nos vadeó.

Eso fue interesante.

Los diptongos impidieron que digamos agua
o mencionemos ciertas divinidades.

Contra nuestro mejor juicio
hicimos que el dolor y la arquitectura
organizaran el mundo.

Colocamos perros en el recinto esquinero
y sus ladridos llegaron al mar.

Luego huesos y ocurrió lo mismo.

Medimos las distancias
contando los lapsos entre las tormentas.

Eso fue interesante.

Enterramos a los músicos
eso también fue interesante
separados de sus familias.

El cerro blanco y la luna sabíamos
que iban juntos
pero nunca supimos por qué.





Lejos de los seres humanos, lejos de las leyes.
Cerca de los bocaditos deliciosos.

La lluvia cae.
El río fluye.
Escenas del camino abandonado.

Apartarse del camino es una escena.
Apartarse del camino es una imagen.

No hay camino desde el que se pueda decir:
no hay camino.

Apartarse del camino es una imagen del camino.
Sólo no hay. Camino.

Me despido de la imagen.





todo está dentro de mi mente
el retorcido tronco de la enredadera
el tanque de agua en la azotea
todo está dentro de mi mente
representándose a sí mismo
yo a los cinco y dieciocho años
yo en la playa y en el campo
todo está dentro de mi mente

El río es el único antagonista.
El río fluye. Se lleva las cosas.
Todo está dentro de mi mente.

todo está dentro de mi mente
y sin embargo todo quiere entrar

entonces

¿qué es lo que está afuera
y sin embargo quiere salir?





busco las tablas.

Busco complacer:
tiendo la cama, preparo la comida,
saco la basura,
me hago a un lado.

En mis ratos libres escribo
para no complacer.

Escribo para contener
mi distancia con lo humano.
Escribo para estar solo,
para no ser poeta.

Escribir es abandonar el camino.
Escribir es no hacer camino.





El cuerpo es un lugar.
El amor es una postura que adoptamos
en ese lugar. Una arquitectura.

El amor es la arquitectura de no entender.

El primer rostro que vemos
nos habla en una lengua
indescifrable. Nos pone en camino.
Dice que nos ama.
Dice que nos ama.
Y nosotros amamos de vuelta

sin entender. Ni ser entendidos.
Con la violencia de no entender.

No mil sino uno solo. Vietnam.





Mario Montalbetti
Viet Nam
Fotografías: Ralph Bauer
Lima: Edición de autor, 2014.

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